Con este artículo, si tengo tiempo y ganas, voy a comenzar a escribir una serie de posts sobre cosas que hace un profesor que no es sólo profesor, sino que también es el «TIC». Como muchos de los que me conocéis sabéis, trabajo de coordinador TIC en el colegio Maristak Bilbao. La figura de coordinador TIC, al menos en los colegios como el mío, se define como la de un profesor con amplios conocimientos informáticos (gracias a quien la puso así, es un honor, jejeje) que dedica parte de su jornada a la docencia y parte a… bueno… a ser coordinador TIC 😉
Lo interesante es que, generalmente, los coordinadores TIC solemos hacer cualquier cosa que tenga una mínima relación con cables y botones, aunque los cables y los botones no sean más que una herramienta para un fin del que, a priori, no sepamos demasiado. Mi vida profesional comenzó como profesor e investigador en la Universidad de Deusto y siguió en la consultoría informática, de donde después pasé a la docencia en secundaria. Si bien durante esos años profesionales había tocado diferentes áreas (desde gestión de servidores de diferente naturaleza a análisis y desarrollo de aplicaciones o gestión de equipos de personas), en estos años en el colegio he tenido que desenvolverme en muchos temas que jamás había tocado.
Montando campañas publicitarias
El último de ellos, y por el que me he animado a escribir este post, es el de montar campañas publicitarias. Por desgracia, debido al bajón de natalidad que tenemos en nuestro entorno, los colegios, sobre todo los privados o concertados, hemos pasado en muchos casos de colaborar entre nosotros a competir por atraer al nuevo alumnado. Esto tiene cosas buenas, como que nos estamos poniendo las pilas muchísimo en aspectos de innovación pedagógica, formación del profesorado o adaptación a las nuevas tecnologías, pero también aspectos negativos, como el desgaste que supone la incertidumbre de si este curso llenarás aulas, o serás uno de los que tenga que cerrar alguna línea y prescindir de algunos de tus compañeros de trabajo (o incluso ver el cierre de tu colegio, como ha comenzado a pasar con algunos centros cercanos).
Pues en esta tesitura se enmarca esta primeria historia, que comienza el curso 16-17, tras una mala época de matriculación en infantil, y con el miedo en el cuerpo de cara a la campaña de matriculación en bachillerato. La verdad es que mi colegio tiene muchas cosas buenas (qué voy a decir yo), pero hay una cosa que siempre hemos hecho «mal»: nunca las hemos contado. Hacemos muchas actividades con el alumnado, tenemos un trato familiar con el alumnado, a pesar de ser un colegio grande, buen nivel académico, nos preocupamos de los que tienen dificultades… pero no gastamos muchos esfuerzos en contar todas esas cosas. Otros colegios lo han hecho muy bien en ese aspecto, y no sólo han hecho cosas, sino que además las han contado.
Los comienzos: Google Adwords
Siendo consciente de que otros colegios del entorno eran más conocidos que el nuestro, propuse al equipo directivo hacernos un poco más visibles en internet. Desde hacía años que conocía Adwords de Google, la plataforma para montar anuncios de la compañía, pero nunca había montado una campaña. Casualmente, llegó a mi nombre una carta de Google al colegio, por esas fechas, dándonos crétido de Adwords para montar nuestra primera campaña, y sin tener mucha idea del tema, me dieron el OK y me puse manos a la obra.
Entre todo lo que os he comentado arriba, no aparece por ningún sitio el haber sido comercial o el haberme dedicado a temas de posicionamiento en buscadores (aunque conozco algunos conceptos de SEO), pero como estas cosas se hacen con ordenadores, ¿a quién le caen? Pues al coordinador TIC. Pues bueno, manos a la obra, ¿no? Habilitas un usuario dentro de GSuite para que pueda gestionar Adwords (tenemos GSuite para educación, y por defecto esa opción está deshabilitada para los usuarios de la organización), te registras… y empiezas a indagar e intentar hacerte con la jerga: campañas, grupos de anuncios, métodos de puja, extensiones de anuncio… montas lo que puedes y le das a activar… y al de un par de días te das cuenta que eso no tiene el impacto que esperabas.
De pronto, y por sorpresa, recibí una llamada de Google. Una chica muy maja me dice que me quiere dar un «Crash Course» de Adwords por teléfono, así, de gratis. Quedo con ella, me llama una tarde que estaba en casa, con el crío echando la siesta, y ahí me tiré las dos horas de siesta hablando con ella mientras me explicaba los entresijos de cómo montar una campaña. Como diría Neo: «ya sé Adwords». La campaña fue decente, un par de semanas con 12€ de gasto diario y conseguimos muchas entradas a la web, en la que aproveché para, ya puestos, remodelar la sección de bachillerato. El curso pasado cubrimos plazas en esa etapa, pero nos faltó saber cuántos de ellos habían conocido el colegio a través de algún anuncio, o de saber si los anuncios les habían animado a entrar en nuestra web a conocernos algo más. A ver si este año lo metemos en la encuesta de satisfacción…
Pantallazo de la campaña de Adwords
Por si no lo sabéis, y a grandes rasgos, las campañas de Adwords funcionan, habitualmente, mediante un sistema de pujas, una especie de subasta virtual para ver quién sale anunciado. En mi caso, yo marco el máximo dinero que quiero gastar al día, durante la campaña. Cuando se va a mostrar un anuncio, Google hace una especie de «subasta» entre los que cumplen los requisitos para aparecer. Los requisitos se establecen en base a palabras clave, segmentación geográfica, por edades, sexo, etc. Cada anuncio, según su presupuesto diario, ofrece una cantidad por aparecer. El que ofrece más, aparece y, si alguien pulsa el anuncio, le descuentan esa cantidad de su crédito. La cantidad se puede poner a mano, para que sea siempre la misma, o puedes hacer que sea Google el que decida cuánto ofrece tu anuncio en cada caso. A medida que van apareciendo los anuncios que tienen más crédito, éstos lo van agotando y cada vez ofrecen menos, y los que inicialmente tenían menos crédito pueden ganar a éstos y aparecer en pantalla.
Nuevas fronteras: Facebook e Instagram
Este curso, llegado el momento para montar la campaña de matriculación en infantil, ya me lo conocía, así que no me costó mucho montar la campaña. Así de contento estaba yo con el tema cuando, de pronto, en casa, mi mujer está mirando Facebook en el móvil y me dice: «Jorge, mira, un anuncio de <ponga aquí el nombre de un colegio cercano>». Toma ya. Como también soy el Community Manager del cole, entro en Facebook y empiezo a mirar cómo va el tema de la publicidad. Parecido a Adwords, pero con una imagen. La segmentación es más sencilla, las palabras clave no se ponen, sino que se indican intereses, zona geográfica y otras características, como la edad de los hijos del público objetivo (dejamos para otro momento cómo sabe Facebook la edad de mis hijos, si casi no lo uso y nunca he puesto ese dato, es más, casi no ponemos nada sobre ellos en las redes sociales). También funciona por un sistema de pujas con un límite de gasto diario (al menos así es como yo lo he configurado). Teníamos un cartel para la jornada de puertas abiertas, pero la verdad es que no era lo más adecuado para este medio, así que el coordinador TIC se tiene que sacar, el sábado por la tarde, otra fantástica habilidad que no tiene: el diseño gráfico (porque como se hace con ordenadores, y hay que hacerlo para ya…). Me di una vuelta echando un ojo a los anuncios de otros colegios, y viendo que había cosas que más o menos se repetían, me acordé de una foto que habíamos sacado unos días antes en un aula de 2 años, mandé un email a las familias para ver si había algún problema en usarla para las puertas abiertas, y monté el cartel que os pongo aquí abajo (con las caras sin difuminar, pero no tengo permiso para distribuir las fotos en mi blog personal así que aquí la pongo así).
Aquí se añade otro aspecto que los «TIC» no tenemos por qué saber, aunque se haga con ordenadores: ¿cómo se usa bien el logo de un colegio, empresa, etc.? La mayoría no sabréis (al menos yo no lo sabía) que cuando un diseñador te hace un logo, te da una serie de pautas de cómo hay que usarlo. En nuestro caso, que en Provincia Ibérica Marista tenemos un logo unificado (bueno, de hecho, a nivel europeo), tenemos nuestro «manual de marca», que habla de cosas tan interesantes como el margen de seguridad, el uso del claim, los pantones a utilizar… vamos, todo un mundo lleno de desafíos para alguien como yo, que distingue justo justo los colores de una paleta CGA y que opina que si dos colores no pegan se pueden llevar juntos, porque no son violentos.
A los 10 minutos de montar la campaña, mi mujer me dice «estáis en Instagram» (Facebook e Instagram comparten la red de anuncios). Voy revisando las estadísticas, y la verdad es que me quedo bastante impresionado con el número de visitas que entran a nuestra web y con el número de personas que han visto el cartel. Al final, para mí, el objetivo no es tanto que entren en la web del colegio, sino que el nombre se le quede a la gente y que, si no es este año, el que viene o el próximo, si tienen que escoger colegio o cambiar por lo que sea, se acuerden del nuestro y llamen, vengan a visitarlo, o nos tengan en cuenta como una posible opción.
El martes de esa misma semana tuve una reunión con la directora de mi colegio, la directora del colegio de Zalla y el director de Erandio, ya que estamos intentando montar una estratega de comunicación conjunta. Les conté lo que había hecho, vimos las estadísticas, el coste, y el impacto, y me dijeron: «ya que estás…». «Ya que estás…» significa que, ya que te has metido en este marrón, seguro que no te cuesta nada montarnos lo mismo para nuestros colegios, jejeje. La verdad es que es cierto, no cuesta mucho montar algo básico, y más sabiendo que lo que necesitan es casi lo mismo que tú, pero acotado a sus ámbitos geográficos. Así que tras dar un poco la chapa a sus respectivos «TICs» o «comunicadores», conseguí sus carteles, me hicieron administrador de sus Facebooks (se ve que confían en mí), y en un ratillo tenían sus campañas montadas.
Pantallazo de los anuncios en las campañas de Facebook
Y así estamos, a punto de empezar la matriculación del aula de dos años y a una semana de nuestra jornada de puertas abiertas, en un año con un bajón de natalidad aún más acusado que los anteriores en nuestra zona. En unas semanas podremos medir el impacto de esta campaña (y de otras iniciativas que hemos llevado a cabo para dar a conocer todo lo que hemos puesto en marcha estos años en el colegio) y veremos si este año las cosas nos van mejor.
Ale, hasta la próxima entrega de «Profesor TIC», en la que seguiré contando las cosas que hace un profesor que, bueno, no es sólo profesor, sino que también es… eso… «TIC». (Y por cierto, por si os interesa, ya que estamos, tenemos la jornada de puertas abiertas el sábado 27 a las 10:00, jejeje).